Yati, de origen indonesio, trabajó a tiempo completo en 2004 como limpiadora en la oficina de Mirandah Asia en Kuala Lumpur, Malasia. Siendo una persona muy agradable y querida, Patrick Mirandah la observó su potencial para representar a la empresa; su único obstáculo era su falta de dominio del inglés. Inconfesable, Patrick pagó por ella para asistir a clases de inglés para que ella pudiera encontrar una forma de entrar, y Yati fue contratada como recepcionista en 2005.

Más de una década después, Yati sigue siendo una parte confiable y trabajadora de la oficina de Malasia. Su función diaria es la coordinación de las comunicaciones con toda la oficina: al utilizar nuestro sofisticado software interno, se asegura de que no se extravíe una sola correspondencia. Todavía está agradecida por la oportunidad que Patrick le dio y siempre está decidida a pagarla con una buena ética de trabajo.

Ella es un excelente ejemplo de cómo los empleados, independientemente de sus comienzos, pueden desarrollarse con Mirandah Asia, asegurando que su lealtad y ambición rindan frutos.